Hoy una reflexión sobre la curación de contenidos. Cada vez es más común ver cómo se utiliza contenido ajeno (a ver cómo decirlo suavemente) muy “descuidada” y desconsiderada. Hay infinidad de herramientas que ya trabajan por nosotros y nos proponen contenido interesante y brillante. Hagamos un uso adecuado y respetuoso del mismo.
El uso que le damos a esos contenidos debería de ir dirigido a aportar valor, bien compartiéndolo, bien generando debate. Filtrar, elegir, comentar… es lícito. Sin embargo, os pongo un ejemplo:
Reinterpretando a Maslow, collage, ©LC,2019
En la imagen reúno capturas de varios tuits de procedencia y autores diversos, donde con mayor o menor éxito se repite una idea que en su día fue original: “revisar” de forma cómica la famosa “Pirámide de necesidades de Maslow añadiendo nuevas necesidades básicas un poco “techies” (acceso a la Red, WiFi, o carga para la batería de nuestros dispositivos móviles).
Estos perfiles repitieron e imitaron gráficos e imágenes similares, y lo hicieron en el plazo de unas pocas semanas. Si hacéis una sencilla búsqueda podréis encontrar versiones en varios idiomas e infografías más o menos trabajadas.
¿Quién fue el primero? ¿Por qué nadie cita a nadie? Esto no es recomendar. No se está compartiendo algo que nos haya llamado la atención o que nos haya parecido ingenioso, sino que nos lo atribuimos como propio. ¿Qué valor se aporta? ¿Afán de aparentar ser brillantes, originales o disruptivos?
Yo creo que estas cosas ya “no cuelan”. Este proceder “empobrece” y no convierte a nadie en gurú. Gurús hay muy pocos (en mi escalera, somos ya varios), y lo realmente diferenciador es la autenticidad, la responsabilidad, la capacidad y la humildad para aprender de los que son mejores o más listos, y además, reconocerlos, o por lo menos, citarlos.
Copiar y pegar está feo. Nadie se libra. ¿Te ha sucedido alguna vez? ¿Crees que cada vez es más frecuente? ¿Tienes algún ejemplo flagrante?
Interiorizar, compartir, proponer y debatir: soy un recién llegado a este mundo, pero ésa creo que debe de ser la actitud.

No eres Batman, ©LC,2019
Échale un vistazo a mi entrada más comentada. ¿Ya la leíste?
9 enero 2019 at 14:17
Mencionar la fuente y comentar, es quizás lo correcto… Mencionas a quien ha gastado su tiempo en crear, le das valor a tu audiencia, opinas, debates, etc
La cuestión es que diferencia hay entre “espinear” ideas, hacer un refrito de ideas, inspirarse en ideas, copiar/pegar ideas, comprar ideas
9 enero 2019 at 22:32
En mi opinión, la diferencia está en el valor añadido, pero no el que tú crees dar (con tu mejor criterio y tus mejores intenciones), sino el valor añadido PERCIBIDO por aquellos que te leen. Eso y coherencia en tus mensajes, en tus publicaciones, en tus opiniones. Muchas gracias, Javier por tu comentario. Un saludo y hasta pronto!
9 enero 2019 at 09:24
El nombrar o citar al autor, en mi opinión, da valor a los comentarios o ideas que puedas comunicar. Coincido con lo que expones.
9 enero 2019 at 22:34
Exacto Ángel. Da valor a lo que comunicas y abre la posibilidad de debatir, contrastar, y enriquecer. Un abrazo, y gracias por tu apunte.